¿Cómo hacer un huerto exterior en casa o predio?

Una huerta no planificada suele terminar siendo improductiva y laboriosa. Dada la importancia de la planificación para la productividad de tu huerto, hemos decidido crear este artículo. Este texto está enfocado únicamente a las huertas exteriores, ubicadas en terrenos relativamente planos.

Nuestra recomendación es que planees el huerto con tranquilidad; de manera que cuando vayas a empezar a sembrar o trasplantar tus matas, todo esté listo, a la mano y organizado. Una huerta con pocos imprevistos, es una huerta muy placentera.

Un huerto bien planificado es más fácil de cuidar y a la vez, es más productivo.

¿Qué debes tener en cuenta para hacer un correcto diseño de huertos? Vamos a analizar varios aspectos como por ejemplo: dónde ubicarlo, zona para semilleros, áreas transitables y zonas de cultivo, lugar de compostaje y zona de almacenamiento de herramientas.

Elige un lugar para el huerto

La productividad y la facilidad al cultivar cualquier planta depende en gran medida del sitio en que ubiques cada mata. Si vas a comprar un terreno, te puedes dar el gusto de buscar antes que nada un terreno fértil. Por otro lado, si vives en una finca con un terreno amplio, tendrás buenas opciones para elegir un lugar “ideal” para cada planta; en el caso de no ser así, te vamos a dar unas indicaciones para que de todas maneras, le saques el mayor provecho al espacio con el que cuentas.

¿Cómo elegir un terreno para comprar o alquilar?

Aunque no hay un terreno ideal para el 100% de las plantas; sí podemos decir que se considera un buen suelo aquel que: se encuentra en un terreno relativamente plano; con tierra negra suelta y fértil; con buen acceso a la luz solar y al agua; y también que tenga buen drenaje.

El más importante es el suelo pero sin demeritar a los otros un buen suelo sin agua o sin sol no te servirá de nada. Pero un terreno fértil facilita mucho el trabajo. No vamos a profundizar en este tema, pues ya hicimos un artículo donde explicamos cuáles son los tipos de suelos que hay, cómo identificarlos de forma casera y qué productos se dan bien en cada uno de esos terrenos. Así que, si estás planeando adquirir tierras para tu proyecto, te recomendamos que leas el siguiente artículo: Tipos de Suelo

Características a tener en cuenta para ubicar mi huerta dentro de mi propiedad campestre

Buen suelo

Aunque se te haga un poco extraño, te recomendamos que le eches una escarbada a tu terreno en lugares diferentes. Es muy cierto que predominará un tipo de suelo a lo largo del terreno; pero por experiencia sabemos que puede haber pequeñas zonas de tu suelo erosionadas, o con suelos pobres en nutrientes por haberse cultivado antes en ellos. Unos pocos huecos de unos 30 cms de profundidad te podrán dar una certeza de qué lugar es mejor para colocar tu nueva huerta.

Si posees un suelo arcilloso o arenoso, recuerda que no es el fin del mundo. En primer lugar hay plantas que se dan muy bien en estos tipos de terreno y en segundo lugar; los suelos se pueden restaurar agregándoles poco a poco materia orgánica; y sembrando pequeñas plantas que protejan de la erosión y le den sombra al suelo para que este mantenga su humedad. Para verificar con qué tipo de suelo cuentas, también te recomendamos ir al enlace del artículo que habla sobre los tipos de suelos, que pusimos anteriormente.

Luz solar

La luz solar es necesaria para hacer crecer plantas saludables. Te vamos a dar una pequeña guía para que planees la ubicación de cada cultivo:

  • Las hortalizas de hoja verde como la escarola, la lechuga, la espinaca y el kalé; requieren un mínimo de 4 horas diarias de sol.

  • Las hortalizas de raíz requieren un mínimo de 6 horas de luz solar; este es el caso de las zanahorias, el ajo, la remolacha, la cebolla y los rábanos.

  • Las plantas de fruto son las más exigentes; ellas requieren un mínimo de 8 horas diarias de sol, como es el caso de las fresas, el aguacate, los tomates, el mango, la naranja o los arándanos.

Árboles y arbustos

Es probable que hayas escuchado que debes alejarte de los árboles pues compiten por nutrientes y agua con tus plantas del huerto; lo cual es totalmente cierto. Sin embargo, esto no significa que el espacio bajo la sombra de un árbol queda desperdiciado. Nuestra sugerencia es que puedes seleccionar esta zona para hacer tus almácigos o semilleros; pues son sitios de poca luz y frescos. Lo que si debes planear es que tus semilleros estén aislados del terreno; pues de lo contrario, las raíces de los arbustos y los árboles, pueden desplazarse por debajo hacia el almácigo y robarle todos los nutrientes a las semillas.

En caso de que no quieras comprar plántulas sino germinar tus propias semillas, te recomendamos que te documentes bien sobre cómo hacer semilleros. Aquí te dejamos los enlaces para que puedas documentarte sobre este tema.

Semilleros

Un factor que sí debes tener en cuenta es que no es bueno sembrar en lugares donde hayan sembrado antes nogales o donde haya pinos. En el caso del nogal (juglans regia), este árbol tiene juglona, la cual es una toxina alelopática que inhibe el crecimiento de sus plantas competidoras; es por decirlo así, una estrategia de supervivencia del nogal. Esta toxina afecta al pino, las solanáceas como por ejemplo el tomate, la alfalfa y también afecta a los cereales.

En el caso de los pinos, habrás notado que donde hay pino no hay pastos, y muy pocas especies de plantas. Algunos hongos se dan bien bajo la sombra de estos árboles. En el caso del pino, la razón no es porque produce sustancias que inhiben la germinación y el crecimiento de muchas plantas.

Suministro de agua

El riego es vital para los semilleros y las plátulas. Es por ello que es indispensable que tengas una fuente de agua muy cerca de los lugares donde vayas a colocar los almácigos.

Por otro lado, es importante que antes de seleccionar un sitio para colocar tu huerto, tengas cerca una fuente de agua muy cerca o un buen sistema de riego; pues por ejemplo, aunque los frutales no siempre requieran mucha agua, antes de la cosecha sí la van a requerir… recuerda que las frutas son en general 90% agua… y en la medida en que le suministres al frutal suficientes nutrientes y agua, la cosecha será mejor.

Cercanía a la casa

Esta parte te la comentamos, porque hemos escuchado de casos donde cultivan lejos de la casa, en un lugar fértil, cerca del arrollo, un sitio relajante para ir a aislarse del mundo… esto es maravilloso, sin embargo, es importante que verifiques que tan accesible es el sitio a la hora de recoger la cosecha: ¿puedes llegar en carro o te toca hacer varios recorridos cargando canastas de fruta a casa?

Planea lo que vas a cultivar

A grandes rasgos, la primera recomendación que te hacemos, es que vayas a los viveros de la zona y preguntes qué se da bien en tu región y qué no se da. Haz una lista de aquello que se da bien ahí y ordena las plantas; pon arriba las que más deseas cultivar y abajo las que menos.

Coloca en frente de cada planta el espacio a la rendonda que requiere para desarrollarse bien. En las siguientes columnas, anota la cantidad diaria de luz solar que requieren (total, parcial) y de agua.

Tamaño del huerto

Calcula el espacio total real que tienes destinado para tu huerto y plasma este espacio en un plano. Define los espacios que se van a utilizar como senderos y los que se van destinar a la siembra de hortalizas y frutales.

Define qué zonas sirven para cada planta según la cantidad de luz solar a la que estarán expuestas y los requerimientos del suelo.

Luego organiza en un plano a mano las plantas. Ten en cuenta la información que recopilaste anteriormente, para mezclar plantas de diferentes familias; aprovechar las zonas sombreadas, los requerimientos de agua. En este punto es trascendental aplicar todo tu conocimiento sobre alelopatía de las plantas; de esta manera, podrás poner cerca plantas acompañantes, repeler insectos naturalmente, etc. También ten en cuenta que algunas plantas crecerán y harán sombra sobre otras, planea si van a proteger a las matas del sol de la mañana o de la tarde. Generalmente se recomiendan sembrar los árboles al noreste, para que protejan del sol de la mañana.

Finalmente, dibuja en el plano la ubicación de cada mata respetando el espacio que va a requerir para desarrollarse completamente y anota el tiempo en que vas a tener cosecha de cada una.

Planea una zona de compostaje

En una huerta orgánica el compostaje es absolutamente indispensable. Así que antes de comenzar a sembrar o a delimitar tus zonas, debes dejar un espacio para realizar compost o vermicompost.

En el caso de hacer compostaje en quintas, podrás requerir unos 4 metros cuadrados o más según el tamaño de la parcela.

En el caso de un jardín pequeño, puedes apilar un conjunto de canastas de tipo cervecero.

Reserva una zona para tener tus semilleros

Tal vez no lo hayas pensado, pero para mantener tu huerta productiva deberás germinar semillas continuamente para reemplazar los cultivos que cosechas cada mes.

Como bien sabes, los semilleros no requieren mucho espacio, pero sí unas condiciones ambientales específicas. Por ejemplo, si vives en una región fría, puede ser buena idea tener contemplado dentro del diseño del huerto, un invernadero portátil, algo pequeño, para germinar en él las semillas. De esta forma brindarás protección contra las bajas temperaturas. Esto es muy importante en lugares donde se presentan heladas. Aun más, si tu huerta es grande, tal vez puedas requerir un espacio generoso para tus almácigos.

Hay personas que prefieren producir sus propias semillas. En este caso se recomienda que separes los cultivos que tienes en proceso de crecimiento, los que vas a consumir; de los cultivos para producción de semillas.

Diseño de huertos: áreas transitables

Las áreas transitables tienen una característica común para todos estos espacios y es que para trabajar cómodamente en tu huerta requieres un espacio mínimo de 50 centímetros de ancho para poder desplazarte en medio de tus plantas. Claro, debes tener presente que este espacio es libre; es decir, que no vas a sembrar matas en el perímetro de los 50 cms; pues estas invadirían en poco tiempo el camino con ramas u hojas. Por lo tanto, al sembrar, debes planear cuántos centímetros o metros a la redonda, va a requerir cada planta para evitar que compitan por alimento, luz o agua, con las otras matas de tu huerto.

Diseño de huertos: zonas de cultivo

Si siembras árboles, es bueno preguntar antes cuántos metros a la redonda requieren de espacio para permitir el crecimiento de las raíces. En general, las raíces llegan a la misma distancia a la que llega el follaje, pero hay excepciones. Si no respetas este espacio, puedes tener un hermoso árbol que va creciendo de maravilla y luego, de pronto se atrofia.

La idea es definir en promedio cuánto espacio vas a destinar a cada planta, cómo las vas a combinar y hacer en una hoja, un borrador del diseño del huerto.

Cómo distribuir el terreno en espacios abiertos

En el caso de tener un terreno al aire libre, el diseño es sencillo. Si el terreno es plano, lo recomendable es construir cajoneras de tierra de máximo 1,2 metros de ancho por el largo que desees y dejar a ambos lados del cajón una zona transitable de 50 cms. ¿Por qué? El ancho de la cajonera es para que puedas hacer mantenimiento a tus plantas sin necesidad de pisar el terreno, esto hará que la tierra permanezca suelta, te permite desyerbar sin esfuerzo y hará que las plantas crezcan más rápido. Los 50 cms a cada lado, son el espacio mínimo requerido para que puedas trabajar con comodidad.

Terrenos planos

Si el espacio con el que cuentas es pequeño, puedes hacer un buen huerto en una sola cajonera, o dejar un peatonal central y por los bordes contra las paredes, cajones de 6O cms.

Además, si te encuentras en un terreno plano donde sopla el viento, recuerda hacer una barrera de protección contra la erosión.

Terrenos inclinados (laderas)

Por el contrario, si estás en una ladera, entonces entonces puedes crear terrazas o sembrar directo en la tierra manteniendo la pendiente. Ten en cuenta que sembrar en ladera es más costoso; sin embargo, es un método muy utilizado pues hay terrenos donde simplemente no hay otra opción.

En caso de sembrar en terraza o en la tierra es muy, pero muy importante, que planees por dónde va a bajar el agua lluvia para evitar la erosión; también planificar respetar las distancias entre senderos, pues con tu brazo alcanzas a desyerbar una distancia de 6O centímetros desde el sendero. Para profundizar sobre este tema, te recomendamos que leas todas las recomendaciones sobre protección contra la erosión para laderas.

En el caso de querer terrazas, debes construir primero éstas y luego los zurcos para el agua. Los zurcos se suelen cubrir con piedras para evitar la erosión. El ancho de la terraza varía dependiendo de la pendiente, entre más fuerte sea ésta, más angosta será la terraza. El diseño de la terraza también depende de las necesidades de las plantas que vas a cultivar. Por ejemplo, si deseas plantas que requieren mucha agua, tal vez debes planear una terraza represa, que retenga un poco el agua; hay terrazas de contorno, en las cuales la terraza va según la curva de nivel, la cual es usual en terrenos con poca pendiente. Sin embargo, te sugerimos asesorarte de una persona con experiencia en construcción de terrazas.

Planear el lugar para almacenamiento de herramienta, abonos, semillas, macetas y otros

La herramienta es un tema bastante extenso y difiere mucho de si tienes un huerto pequeñito a uno grande tipo casa quinta. De todas maneras lo mejor que puedes hacer es una lista de lo que crees que requieres e ir a una tienda y preguntar qué te aconsejan comprar. Luego analiza pros y contras de cada herramienta y verifica si tienes un lugar adecuado para almacenarla. También recuerda que vas a requerir un lugar para almacenar las semillas, abonos (por ejemplo si decides comprar humus de lombríz u otros), etc.

Una vez tengas todas esta información definida, es hora de comenzar a diseñar los espacios.